March 28th, 2013

No lo entierren en un mausoleo

que en vida el hombre fue

puro movimiento. 



No lo encierren en mármol,

no construyen monumentos de sus huesos,

no lo convierten en estatua.

El hombre siempre se repartió.

No tuvo localidad.


Dejen que el fuego de su corazón

lo convierte en ceniza

y regálalo al viento americano;

que cuerpo sigue espíritu

y que la tierra las nubes los ríos

sean Chavez también.

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Dejen que sus granos minerales y fértiles

se rieguen por el continente

para que en los años que vienen

cuando caigan la lluvias generosas en la hortaliza

cuando los techos resisten la tempestad

cuando las páginas de los libres se consumen como pan

en todas las mesas del mundo

cuando los mangos y la solidaridad

maduran en las costas

y en la serranía

la cosecha de quinoa y esperanza se desborda

llenando barcos y barrigas

multiplicando futuros,

que la gente pause y sonrie

en la luz tierna del tiempo venidero
y diga, hoy pasó Chavez por aquí. 

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Don’t bury him in a mausoleum.

In life, the man was pure movement.





Don’t lock him up in marble,

don’t make monuments of his bones,

don’t turn him into a statue.

The man always distributed himself.

He had no location.


Let the fire of his heart

turn him to ash

and give him to the Américan wind;

let body follow spirit

and let the earth the clouds the rivers

be Chavez, too.

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Let his fertile, mineral grains

scatter themselves across the continent

so that in the years ahead

when the generous rains fall on the garden plots,

when roofs stand up to the storm

















when the pages of books are consumed

at all the tables of the world

when mangos and solidarity ripen onthe coasts

and in the heights, the harvest of quinoa and hope

overflows, filling boats and bellies,

multiplying futures,

let the people pause, and smile

in the tender light of the coming times

and say

Chavez passed by here today. 

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